Tras el retorno de Carlos Bianchi en el verano de 2013, y su derrota ante River en un amistoso, Riquelme llamó al entrenador y al presidente anunciando que reconsideró su postura. Su padre llegó a dudar de su estadía en Argentinos, y quiso cambiarlo de club, hasta que Carlos Balcaza, técnico de la categoría 1980, lo cambió de posición de enganche a volante central, y la carrera de Riquelme despegó.